¿Qué es el estrés?
En un mundo en el cada vez más, vivimos acelerados, el estrés se ha convertido en uno de los principales problemas de salud tanto personal como en el ámbito laboral.
Es curioso que desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha elaborado un sinfín de proyectos con la finalidad de facilitarnos la vida.
Tenemos una capacidad de adaptación inmensa en comparación con otros seres que habitan en la tierra.
Y aún y así, de manera frecuente nos sentimos desbordados por los desafíos que se presentan en nuestro día a día.
El estrés es un estado de sobre activación que se produce en nuestro cuerpo y mente cuando hay algo que nos sorprende para bien o para mal, nos saca de lo cotidiano o para lo que no nos sentimos preparados.
Todos sufrimos estrés en algún momento ya que es un estado natural del organismo, es un aviso que nos lleva a la acción.
Eustrés y distrés
Existe un nivel de estrés óptimo para cada persona, denominado eustrés.
Si tenemos sensación de control, es una situación que hemos elegido de manera voluntaria o sabemos que hemos superado otras experiencias similares; el estrés se hace más llevadero, incluso puede ser un gran aliado.
El eustrés o estrés positivo, nos permite sobrevivir, tiene una función adaptativa y aumenta la motivación.
El estrés te impulsa a crecer. ¿Lo habías pensado alguna vez de esta manera?
En cambio, el distrés aparece cuando creemos que no podemos gestionar una situación en concreto o la percibimos como una amenaza.
Una activación alta de estrés negativo durante mucho tiempo nos agota si debemos soportar ese esfuerzo y tensión de manera constante.
Cuando esa activación perdura en el tiempo, podemos llegar a desarrollar el síndrome de indefensión al tener la sensación de que lo que hagamos no va a cambiar nada.
¿Qué nos estresa?
Por estresor se entiende a los diferentes agentes internos y externos que, en base a las creencias y percepción de cada persona, desencadena una respuesta de estrés.
Como ya podrás intuir, la mayoría de situaciones, personas o sucesos, son estresores valorados de manera subjetiva desde nuestra percepción del mundo y una pequeña parte de ellos, estresores reales. ¿Estás de acuerdo?
Para facilitar la identificación de estos estresores se diferencian 3 niveles:
Individuales:
a) Cognitivo/afectivas: Creencias y valores propios, aspiraciones, tipo de personalidad, autoestima.
b) Conductuales: habilidades, tolerancia a la incertidumbre y asertividad entre otros.
c) Demográficas: edad, género, educación, ocupación, estado de salud.
Del entorno:
Comprende factores políticos, económicos, sociales y familiares que inciden sobre la persona.
Las guerras, el hambre y la preocupación sobre el cambio climático, serían algunos ejemplos.
Organizativos:
Sobretodo están enfocados al ámbito laboral, pero son agentes que también pueden influir en el ámbito personal.
Están relacionados con la manera en que se organiza tu vida.
a) Ambiente físico: como la luminosidad, el ruido excesivo, soportar vibraciones o humedad.
b) Nivel individual: sobrecarga de trabajo, conflictos con la familia o el trabajo.
c) Nivel grupal (interpersonales): disponer o no de apoyo o sufrir algún tipo de acoso.
d) En cuanto a la supervisión: participación en la toma de decisiones; recibir retroalimentación y reconocimiento.
e) Organizativos:
Puestos de responsabilidad dentro de una empresa, jornada laboral, carga de trabajo y/o familiar.
Trabajo fragmentado, repetitivo y monótono, o para que el se dispone recursos insuficientes para las exigencias o responsabilidades del trabajo. Relaciones insatisfactorias.
A continuación te cito algunas causas que pueden desencadenar el estrés:
Inseguridad laboral o familiar: Divorcios, discusiones, cambios en el puesto de trabajo o de sus horarios.
Falta de apoyo o malas relaciones: Ante un proyecto, objetivo o emprendimiento.
Un cambio de residencia o de trabajo: Aunque sean cambios positivos requieren un periodo de adaptación.
Auto exigirse demasiado: Personalidades rígidas y perfeccionistas, de manera frecuente no encuentran la satisfacción en lo que hacen o en sus relaciones.
Tener personas a su cargo: Por la responsabilidad que ello implica y si es una circunstancia elegida o impuesta de alguna manera.
No tener un propósito definido de vida: Navegar sin rumbo y sin ilusión por la vida, no tener nada que nos motive.
Sentirse desvalorizado: No sentirse útil socialmente, en el trabajo o en la familia; sentir que no aportamos nada y que nuestra opinión no se tiene en cuenta.
¿Añadirías alguna más?
¿Cuáles son las consecuencias de sufrir estrés?
Síntomas físicos:
Trastornos cardiovasculares, respiratorios, inmunológicos, gastrointestinales, dermatológicos, musculares, sexuales, del sueño y somáticos.
Síntomas psicológicos:
Dificultad para tomar decisiones, culpa, baja autoestima, falta de concentración, pensamientos negativos, irritabilidad, nerviosismo y ansiedad.
Síntomas conductuales:
Apatía, adicciones, trastornos alimenticios, agresividad, distanciamiento y/o dificultades en las relaciones con los demás.
9 Claves para reducir el estrés:
1.- Desacelerar: Aprender a parar y hacer las cosas más despacio siendo consciente de ellas.
Date cuenta de toda la belleza y el cariño que hay a tu alrededor para aumentar tu sensación de bienestar.
2.- Relativizar: No magnificar la importancia de los problemas.
Acepta lo que no puedas cambiar y cambia lo que no puedas aceptar.
3.- Responder vs reaccionar: Tomando distancia de las situaciones desagradables.
Potencia tu lado de observador, elige ser el espectador y no el protagonista si se trata de una experiencia negativa.
4.- Abrazar la incertidumbre: Aceptar que no tenemos el control absoluto sobre los resultados aunque sí una gran capacidad de adaptación.
5.- Gestionar el tiempo: Priorizar y ser flexibles con los imprevistos.
6.- Comunicación efectiva y asertiva: Una gran parte de conflictos se resolverían de una manera adecuada con una mejor comunicación.
7.- Rituales de desconexión: Resetear el cerebro, limpiando la basura mental.
Pasear, hacer ejercicio físico, meditar, practicar yoga, escuchar música y bailar, entre otros.
Nadie mejor que tú sabe lo que te ayuda a desconectar de las preocupaciones diarias. Sea lo que sea, practícalo más amenudo.
8.- Escuchar: A tu cuerpo y los que te rodean.
Conocer cómo se manifiesta de manera física el estrés en tu cuerpo y estar atento a los comentarios de tu entorno más cercano si te notan más irascible e irritable.
9.- Encontrando un sentido: Encontrar la intención positiva en cada situación o comportamiento.
Quizás tu trabajo actual no te motive al completo, pero puedes disfrutar de todo lo que te permite, ganar ese sueldo a final de mes.
Cada persona hace lo mejor que sabe hacer, con los recursos y la información de las que dispone en ese preciso momento.
PNL
En Vilanova i la Geltrú:
En Thalassa terapias, te acompañamos en el proceso de aprender a gestionar el estrés para que consigas reducir sus síntomas y consecuencias negativas.
Los masajes te ofrecen un espacio de desconexión en el que relajar tu cuerpo y mente, además de aliviar las tensiones musculares y dolores de espalda.
Las sesiones de coaching son un proceso de aprendizaje con las que consigues una mayor claridad y enfoque para conseguir tus objetivos cuando sientes que en tu vida falta algo o no sabes cómo afrontar una situación.
Las terapias energéticas como el Reiki, La Reconexión o Tameana, equilibran tu cuerpo y mente desde la energía.
Logra el equilibrio laboral y familiar. Aumenta tu bienestar gestionando el estrés.